jueves, agosto 12, 2004

Arroz sin palitos

¿Quién no sabe hacer arroz? Pues yo aprendí hace algunos años nada más. Y hay gente que lo ignora, pero tiene quién se lo haga, y otros que lo ignoran, pero recurren al pregraneado (que tiene cierta textura plástica, en mi opinión).
Comparto con uds. la receta de mi abuela paterna, quien tiene ciertos trucos para darle más saborcillo.
Echar 2 tazas de arroz en una olla, a la que previamente le colocaste aceite a gusto (pero no mucho...), más 1 1/2 cucharadita de sal, una zanahoria picada en cuadritos chicos; toque 1: 1 cucharadita de manteca; toque 2: un diente de ajo entero y pelado.
Cuando los granos de arroz estén transparentes, con una pequeña mancha blanca al medio, agregar 4 tazas de agua hirviendo y colocar en un tostador, tapado... ah! toque 3, colocarle 1 hoja de apio. Cocinar a fuego medio-mínimo por 30 minutos. Toque 4: 5 minutos antes de apagarlo, echarle unas gotitas de jugo de limón (para acentuar el blanco del arroz). Al apagarlo, dejar tapado 5 minutos antes de destapar y servir.

sábado, agosto 07, 2004

Materias Primas

Las materias primas imprescindibles en la cocina (fuera de sal, aliños varios y las verduras) son, en mi modesta opinión, los huevos y la leche. Sé que es más fácil recurrir a la leche en caja, o a la casi omnipresente Nido, así como a los huevos del super o el almacén, generalmente de un tamaño minúsculo y de yema color amarillo pálido, pero hagan el esfuerzo, si pueden, de probar alguna vez con productos orgánicos o también productos "frescos". A mí a veces me han obsequiado huevos de campo y leche fresca, ¡y hay que ver la diferencia! Cómo queda un queque con esos ingredientes, o una leche asada, o simples huevos revueltos o a la copa..., mmm... ya me dio hambre. Es el peligro de escribir sobre estos temas.
Próximamente (inspirada en las mencionadas materias primas) :
- Omelettes
- Postres de invierno
- Panqueques

martes, agosto 03, 2004

Sopaipillas, picarones...y churros.

Los días lluviosos claman por platos calóricos; para "las onces", por ejemplo, un plato de sopaipillas o picarones pasados. No daré aquí la receta, porque para ser sincera, nunca he preparado tan ricas masas, por una razón muy simple... me da pánico freír alimentos (ojo, no comerlos). A los 5 años me saltó aceite caliente a la boca, dejando una poco sentadora costra en mi labio superior (¡justo para mi cumpleaños!) y, afortunadamente, una marca casi imperceptible. Además, la idea es que cuando comparta alguna receta, sea algo que efectivamente yo haya elaborado antes.
A propósito de fritangas, si han visto en la TV la semana pasada el asunto de los churros... ¡con mayor razón no haría fritangas! Claro que según expertos, había un error en las proporciones, el batido resultaba muy líquido, y la consistencia del churro antes de freír debe ser como una pasta, un engrudo espeso (eso me han dicho).
Consejo: cuidado al preparar fritos de cualquier clase, y si no los preparan ustedes, ojo dónde los consumen, ya que en muchos locales utilizan muchas veces el aceite y eso cae pésimo.

lunes, agosto 02, 2004

Pa'l dolor de guata

Por un dolor agudo en la ambigua zona que puede corresponder a la vulgarmente llamada "guata", al colon o al hígado, digo, para una ignorante en esas materias como lo soy yo (por muchos capítulos de "e.r" que tenga en el cuerpo), mi alimentación tuvo que variar un poco. ¡A puro arroz cocido y aguas de hierbas por un día entero!
He aquí lo que uno debe consumir normalmente en estos trances:
- Arroz cocido con un poquito de azúcar y un poquito de canela (se me salió el "ito" de nosotros los chilenitos)
- Chuño, con un poco de azúcar también. Su aspecto es el de una pasta transparente, pero mi abuelita paterna lo hace más presentable y sabroso añadiéndole azúcar caramelizada y cáscara de limón.
- Vulgares tallarines con aceite y sal (da pena comer eso, es pasta desnuda, y como uno está enfermo, ni siquiera puede agregarle ajo)
- Agua de hierbas. Variadas: cedrón, paico, boldo, menta, bailahuén (cuidado con los olores que uno desprende después, en este caso), y un largo etcétera.
Afortunadamente mi dieta forzada culminó, pero me cuidaré muy bien de caer en otro ataque de gula que tuvo las consecuencias ya descritas...