domingo, enero 30, 2005

Yogur natural.

Puf, qué lata. Uno no crea un blog para dejarlo botado... es que, la verdad, me sentía un tanto inconsecuente al escribir algo aquí y no cocinar nada en la vida real. He estado muy perezosa en ese sentido. Ah, y acabo de leer los comment a los dos últimos escritos. Para que vean lo botado que ha estado este pobre blog. Es que, aunque una madre no debe tener preferencias por sus hijos, mi blog regalón es el más personal: http://www.blogia.com/letraspinceladas. Cuando me maneje más con los recursos de blogger, tal vez traspase mi bitácora por estos lares, sin abandonar éste, el culinario. ¡Gracias a quienes pasaron por aquí, pese al abandono! (y ahora escribiré más seguido acá).

Ahora, vamos a lo nuestro:

Dicen por ahí que en la naturaleza está todo lo que el ser humano necesita. Pues bien, productos naturales "en bruto", son muy útiles a la hora de realizar alguna rutina de belleza, tanto como para ser consumidos. Aquí, dos usos del yogur (natural, sin azúcar, descremado o de leche entera):

1) Máscara facial, con propiedades rejuvenecedoras y revitalizantes. Mezclen yogur con una cucharada de miel y unas seis gotas de limón. Dejen en reposo durante 20 minutos y retiren con agua tibia. Se acordarán de mí...

2) Salsa para untar, por ejemplo, papas fritas o más sano, bastoncitos de zanahoria y pepino. Mezcla yogur con un poco de aceite de oliva, sal, ciboulette o ajo picado. Simple, ¿no? y se aleja de la típica salsa golf.