La huerta de mi abuela.
Sé que mi abuela paterna jamás leerá esto (con suerte sabe colocar cassettes en su radio, pero meterse a Internet...), pero aquí va un pequeño homenaje.
Gracias a ella me enteré que hay dolencias menores que pueden aliviarse con hierbas, o cataplasmas de barro. Solía decir:
- "Pero si esto (menta, paico, matico, boldo, etc.) es muy bueno para..."; acto seguido, colocaba unas hojitas frescas de la hierba en cuestión en una taza de agua caliente para ella misma o para quien lo requiriera.
- "Acuéstese no más y le hago una cataplasma de barro" (¡que de verdad funciona!).
En todas las casas que ha habitado se procura de un espacio en el jardín o patio para tener su pequeña huerta, y sus orgullo es máximo cuando lleva a la mesa algo cosechado de ahí: tomates, ajíes, zapallitos, en fin...
Así pues, no le hago el quite a las aguitas (léase con los puntitos correspondientes que este teclado no puede colocar) de hierbas, y me gustaría en algún momento, saber armar una huerta, iniciativa que no ha brotado espontáneamente de mí... o sea, requiere bastante paciencia y dedicación, pero creo que valdría la pena intentarlo; por último, si luego vivo en dpto., cultivaré mis hierbas en maceta.
Además, en materia culinaria, si bien el arroz me queda tan rico como a ella (lo preparo según sus preceptos), no se puede ir de este mundo sin haberme heredado sus recetas de mermeladas y de pan amasado.
Se vienen otros capítulos dedicados a "La Botica de Nadia", para hacerle honor a la otra mitad temática de este blog.
1 Comentarios:
Apolo enseñó a Asclepio y al centauro Quirón la "farmacopea ex herbis" y de ella derivaría la medicina hipocrática en sus orígenes míticos. Los Monjes medievales tenian su "hortum boticarium" y con esa pequeña huerta como la del legendario Wallafried, solucionabas bastantes problemas, varias veces con éxito. Ahora se sabe que la hierba de San Juan (hypericum perforatum)es efectiva en depresión y hay varias tentativas de recoger la experiencia de los pueblos ancestrales americanos en esta línea de trabajo.
La botica de la abuela puede servir y si no sirve, en todo caso lo que hace la abuela con cariño es siempre un agrado.
Homero
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